PreProducción (I)

Lo que en nuestros episodios pasa volando, en la vida real se asemeja a vivir en lo más profundo del infierno. La búsqueda de las localizaciones fue lo que en el caso de nuestra serie marcó cómo iba a ser todo. Teníamos un lugar, pero estaba completamente desangelado. Había que redecorarlo completamente y convertirlo en un plató con luz suficiente para rodar. De las pocas inversiones que hemos hecho, esta ha sido la más "costosa" pero la más agradecida en cuanto a resultados. Decidimos hacer la serie, entre otras muchas razones, porque teníamos la localización. Cuando no tienes presupuesto, tener esto, es tener casi todo para poder empezar.

La siguiente fase era pintar, limpiar, tirar, repintar, y sobre todo, montar un sistema de  luces que nos sirviese para todos los días de rodaje. Un sistema de iluminación que no hiciese sombra y que no tuviésemos que tocar para no estar parando las escenas y así poder rodar a la velocidad que rodamos (Rodar un capítulo al día habría sido difícil con un director de fotografía). Después de comprobar que en las tiendas de chinos no tienen lámparas chinas a buen precio, nos fuimos a "el sitio sueco" a comprar 30 lámparas... una locura. En el chino, lo que sí tienen, son bombillas de luz fría y bajo consumo a un precio más que decente. Esas bombillas con lámparas chinas, colgarían de un sistema de "vigas-bambú" que construimos con el bambú sobrante del videoclip "En Animales" que hicimos a Soho. Reciclar para vivir. El sitio era muy viejo y cambiar las ventanas era una locura. Decidimos usar los Stores más baratos del sitio sueco, y aunque cumplían su función a la perfección - Tapar las ventanas y hacer más suave la luz que entraba por la ventana - comprobamos que estaban fabricados como el mismísimo culo. Por eso eran tan baratos... quizá.

La elección de la pintura fue divertida. Fuimos un sábado a un lugar en tetuán de profesionales de la pintura, y tras varias preguntas muy concretas nos descubrieron como dos pardillos del sector. Lo único que sabíamos eran los colores que queríamos usar para las paredes: Amarillo y naranja. El amarillo lo clavamos. El naranja se convirtió en un salmón de río que odiamos por los siglos de los siglos. Pintar un sitio tan grande sólo da problemas. Tuvimos grandes debates y caóticas situaciones, pero no voy a seguir, porque dentro de unos días subiremos un vídeo en donde se ve casi todo lo que pasó.

Estuvimos varios meses preparando todo. Liando a madres para que nos hicieran cortinas, a actores para que vinieran a pintar, pidiendo atrezzo, mobiliario, mantas... y al final, ahí está. Construimos un pequeño hogar lleno de lámparas chinas, con un sitio sucio y macabro donde tomar café, con una zona de fumadores gélida y con un set de maquillaje incríblemente aprovechado gracias a Sheila (Como siempre). Todo, lleno de atrezzo vintage por los cuatro costados, recuperado de nuestros trasteros.

 Y por supuesto, en la cocina, pan de pipas.

Jobhtt para Lso

20/10/2010