Tras una larga nevada y pronósticos adversos para llegar al Ikea y conseguir lo necesario, el día de ayer se convirtió en una gran jornada para la preproducción de LSO.
Atravesamos madrid en coche sobre una gran capa de hielo, escapamos con astucia de los muñecos y bolas de nieve que volaban por el barrio, nos encerramos durante muchas frías horas en una casa que llevaba dos semanas sin calentarse... todo, para empezar y terminar el sistema de iluminación en un día.
El invento en cuestión consistía en unos bambús (Sobrante de otros rodajes) de los que colgamos multitud de lámparas chinas preparadas con luz día. El resultado: una luz muy suave y uniforme que nos permita rodar sin parar y que nos deje mover las lámparas sin tener que desmontar el edificio al completo. El precio: muy barato. Lo que significa que pareciésemos costureras creando casquillos, enchufes, corta, pela, une, sube, baja... para llegar a un resultado que nos hizo ver las cosas con otro color. Ahora, al fin, después de cuatro meses de preproducción, tenemos un plató. Y parece un ovni.
La siguiente prueba. Ver si la luz que nos convence a nosotros, convence al público.
LaSerieOnline
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